"Mis obras musicales son los productos de mi
inteligencia y de mis dolores". Schubert.
FRANZ SCHUBERT, SINFONÍA 8 EN SI MENOR.
El treinta de octubre de 1822 comenzó su Sinfonía en
si menor pero, tras concluir dos movimientos,
transcriptos cuidadosamente a la partitura de orquestal, y de comenzar
el tercero, la abandonó. El manuscrito con ambos movimientos completos pasó a
manos de su amigo, Anselm Hüttenbrenner, quien los conservó en un cajón durante
más de cuarenta años.
En 1865 se los entregó al director de orquesta
Johann von Herbeck, quien en diciembre de ese mismo año dirigió en Viena el
estreno de la obra incompleta.
No hay una conclusión a la cuestión sobre los motivos que condujeron a Schubert a dejarla inconclusa. Una posibilidad sugiere que parte del manuscrito se perdiera. También se ha sugerido que el entreacto en si menor de la música de escena para Rosamunda, de 1823, fuera en realidad el último movimiento sinfónico. A favor de esta tesis, se pueden mencionar las coincidencias en la orquestación con los dos movimientos existentes, incluido el añadido de los tres trombones incorporados a la orquesta clásica convencional, así como la tonalidad. A pesar de todo, la explicación más verosímil para la crítica es la que cuestiona la madurez del autor para completar dos movimientos más con la misma altura y calidad expresiva de los previos.
No hay una conclusión a la cuestión sobre los motivos que condujeron a Schubert a dejarla inconclusa. Una posibilidad sugiere que parte del manuscrito se perdiera. También se ha sugerido que el entreacto en si menor de la música de escena para Rosamunda, de 1823, fuera en realidad el último movimiento sinfónico. A favor de esta tesis, se pueden mencionar las coincidencias en la orquestación con los dos movimientos existentes, incluido el añadido de los tres trombones incorporados a la orquesta clásica convencional, así como la tonalidad. A pesar de todo, la explicación más verosímil para la crítica es la que cuestiona la madurez del autor para completar dos movimientos más con la misma altura y calidad expresiva de los previos.
PRIMER MOVIMIENTO: Allegro moderato, en si menor y
compás de 3/4.
La obra se abre con una frase larga en pianissimo expuesta
por violoncelos y contrabajos seguida de un persistente dibujo de los violines
sobre un obstinado pizzicato de los bajos. El primer tema, en si
menor, es presentado por los óboes y clarinetes y a su triste melodía se le
opone la ternura del segundo tema, un precioso cántico en Sol mayor expuesto
por violas y violoncelos bajo un remanso de maderas. El tema se corta
abruptamente y es recogido, en tono menor, por las distintas secciones
orquestales para modularlo a mayor con primeros y segundos violines, violas y
violoncelos que se añaden a cada nuevo paso de compás. La repetición de la
exposición precede al desarrollo, que comienza en mi menor y cuyo material
temático se constituye por diferentes motivos de antes del primer tema,
confiados a la cuerda grave, en una línea argumental dramática que se acentúa
por la sonoridad de los trombones. La reexposición nos devuelve a la tonalidad
de si menor, enriquecida ahora con diálogos modulados entre la madera y la
cuerda, mientras que a manera de coda vuelve una vez más melodía de la
introducción con la que concluye el movimiento.
SEGUNDO MOVIMIENTO: Andante con moto, en Mi mayor y
compás de 3/8.
Dos temas se oponen durante el transcurso de este
segundo movimiento. El primero de ellos, en Mi mayor, recuerda a un coral por
su solemnidad y orquestación. El segundo tema, en do sostenido, es expuesto por
el clarinete tras una breve introducción de los primeros violines. Lo recoge a
continuación el oboe y va modulando en varias repeticiones hasta dar con un
nuevo motivo que introduce a una larga transición que reconduce hacia la
repetición de la primera parte. Esta repetición se modifica al ser transportada
a la menor y ser expuesta primero por oboes y luego clarinetes, a la inversa.
Tras un recuerdo de la transición, vuelve el tema principal por los
instrumentos de viento a modo de coda para concluir la obra, reforzando así su tratamiento
cíclico.
BIOGRAFÍA
Franz Peter Schubert (31 de enero de 1797, Himmelpfortgrund- 19 de
noviembre de 1828,Viena)
Fue el compositor responsable de introducir el
romanticismo musical y de perdurar la sonata clásica siguiendo a Ludwig van
Beethoven. Fue un gran compositor de lieder así como de música para
piano, de cámara y orquestal. Es considerado por esta y muchas razones como el
representante del estilo clásico. Su música siempre expresó un lirismo
romántico. Fue representante del lied para canto y piano, uno de los géneros
paradigmáticos del Romanticismo. Músicos como Robert Schumann, Hugo Wolf y
Gustav Mahler tomaron su influencia.
Su padre fue un maestro de escuela. Le enseñó a
interpretar el violín y su hermano mayor, el piano. A los once años de edad,
ingresó para estudiar música en la capilla imperial de Viena. Al poco tiempo
entró al coro y fue alumno del Stadtkonvikt. En este lugar fue discípulo del
maestro compositor Antonio Salieri.
Para ese momento, el joven Schubert comenzó
a componer, y sus primeras piezas fueron interpretadas por la orquesta de
discípulos del Stadtkonvikt, en donde él era violinista.
En 1813 se retiró para comenzar a trabajar como
asistente en la escuela de su padre. Salieron a la luz sus primeras obras
maestras: El rey de los elfos, inspirado en un poema de Goethe, uno de sus
escritores favoritos. Después de abandonar sus funciones en la escuela paterna,
Schubert intentó ganarse la vida únicamente con su música, pero el éxito no fue
contundente. En ocasiones intentó incursionar en la ópera y el teatro, pero no
tenía muchas habilidades por lo que desertó rápidamente. A pesar de ello, hay
algunas óperas conocidas tales como, Los amigos de Salamanca, Alfonso y
Estrella, La guerra doméstica y Fierabrás.
Schubert decidió a pesar de los obstáculos
producir y dedicarse a la composición.
Entre 1815 a 1816, llegó a componer la cantidad de
ciento cincuenta lieder.
Muchos de ellos fueron escritos sobre textos de sus
amigos, como Johann Mayrhofer y Franz von Schober. Estos fueron llamados de
manera popular schubertiadas y eran interpretados en reuniones privadas
usualmente.
Entre sus mejores títulos se cuentan los ciclos "La
bella molinera" ,"Viaje de invierno", "El caminante", "La
trucha", " La muerte y la doncella" o el celebérrimo "Ave
María". A pesar de la belleza de estas composiciones, de la buena acogida
que encontraron entre el público, y de su gran talento, su situación económica
nunca fue buena.
A partir de 1824 su producción musical se fue
mermando como consecuencia de una grave enfermedad que poco a poco fue acabando
con su vitalidad.
Sus obras fueron revalorizadas luego de su muerte. Al
mismo tiempo, muchas otras salieron del anonimato y otras dejaron de ser
inéditas, ente ellas, una cantidad importante de temas que sólo eran conocidos
por sus familiares y amigos cercanos. Autores como Robert Schumann y Felix
Mendelssohn empezaron a sacarlas a la luz. Es, sobre todo, el caso de su
producción instrumental madura, de sus últimas sonatas para piano, sus
cuartetos de cuerda y sus dos postreras sinfonías.
La obra completa de Schubert fue publicada
entre los años 1884 y 1897 por la editorial Breitkopf & Härtel. Fue
especialmente relevante la edición de las canciones, encargada al musicólogo y
compositor Eusebius Mandyczewski, cuyo meticuloso trabajo es actualmente es una
gran referencia para muchos estudiosos de su música.
En 1951 el erudito Otto Erich Deutsch realizó un catálogo
de sus obras y reemplazó la numeración tradicional de las obras de Schubert. La
notación se compone de la letra D seguida por un número y, en algún caso, una
letra minúscula para insertos o hallazgos posteriores.
Se asegura que el músico austriaco sufrió de
sífilis, pero que esto no ocasiono su muerte sino una fiebre tifoidea contraída
por las bajas defensas de su cuerpo.
A pesar de ello, no dejo del todo su estilo de vida:
Schubert llevó una vida bohemia rodeado de intelectuales, amante de las
tabernas y de los ambientes populares, siempre estuvo lejos de los salones y de
los espacios que frecuentaba la nobleza, aunque su música fue consumida en gran
medida por los nobles de Viena.
La música schubertiana se caracterizó por tratar
sobre el amor, el viaje y la muerte, temas típicamente románticos. Actualmente,
su música goza de popularidad y muchos de sus lieder aún suenan en las zonas
rurales de Austria y Alemania como auténtica música popular.
Versión de la Filarmónica de Berlín, con dirección de Claudio Abbado (1989)
Versión de la Filarmónica de Berlín, con dirección de Claudio Abbado (1989)
Claudio Abbado (Milán, 1933 -
Bolonia, 2014)
Director de orquesta italiano. Titular desde 1989 de
una de las orquestas de más renombre internacional, la Filarmónica de Berlín
(al frente de la cual sucedió al mítico Karajan), este músico italiano poseyó
una técnica envidiable que le permitió abordar desde composiciones barrocas
hasta las más complejas surgidas de la Escuela de Darmstadt. Activo defensor de
la música contemporánea (son numerosos sus estrenos de obras de Nono,
Stockhausen, Kurtág, Rihm o Manzoni, entre otros), Rossini y Mahler fueron dos
de sus especialidades.
Nacido en el seno de una familia de músicos e
intelectuales, Claudio Abbado heredó la vocación musical de su padre, violinista
y profesor de conservatorio, y de su madre, que era pianista. Cursó estudios de
composición y piano con Carlo María Giulini en el Conservatorio milanés
Giuseppe Verdi, además de formarse como director de orquesta con los maestros
Carlo Zecchi y Hans Swaroski en las Academias Chigiana de Siena y de Viena,
respectivamente. En 1958 dirigió su primer concierto en Trieste y enseñó música
de cámara durante dos años en el Conservatorio de Parma.
Abbado fue director musical y artístico de la Scala
de Milán (de 1968 a 1986), de la Orquesta Sinfónica de Londres (de 1979 a 1989)
y de la Ópera del Estado de Viena (de 1986 a 1991). En 1989 sustituyó al
desaparecido Herbert von Karajan en la dirección de la Filarmónica de Berlín,
de la que se despidió como director en 2002 con la Sinfonía número 7 de Gustav
Mahler, ofrecida en el Musikverein de Viena. El director de orquesta italiano,
al que se había diagnosticado un cáncer de estómago en 1999, fue sucedido por
el británico Simon Rattle en la Filarmónica.
Desde estos puestos llevó a cabo una renovación
generacional de músicos e impulsó programaciones temáticas multidisciplinales y
un nuevo repertorio musical, que incluyó obras de compositores contemporáneos.
Estrenó obras de Giacomo Manzoni y de Luigi Nono, y realizó grabaciones de los
ciclos sinfónicos más importantes: sinfonías y música coral de Brahms y
sinfonías de Mahler, Chaikovski, Prokofiev, Mussorgsky, Dvorak y Mozart.
Versión de Staatkapelle de Dresden con dirección de Wolfgang Sawallisch (1967) con partitura
Wolfgang Sawallisch (26 de agosto de
1923, Múnich, 22 de febrero de 2013, Grassau).
Comenzó su carrera en 1947 como director de la
orquesta del Augsburger Stadttheater, el Teatro Municipal de Augsburgo
(Alemania). Dos años más tarde, ganó en el Concurso Internacional de Ginebra,
el primer premio de sonata con el violinista Gerhard Seitz. En 1951 fue alumno
de Igor Markevitch en el Festival de Salzburgo y posteriormente su asistente
entre 1952 y 1953.
Trayectoria
Debutó en la Filarmonía de Berlín en 1952 y trabajó
como director de orquesta en Salzburgo (Austria) entre 1951 y 1953. Ocupó
después, hasta 1958, el cargo de director musical en Aquisgrán (Alemania).
Desempeñó seguidamente la misma función en Wiesbaden (1958-60) y Colonia
(1960-63). En esta última ciudad, trabajó como profesor en la Musik Hochschule.
Los hermanos Wagner le reclamaron en Bayreuth en
1957 para que dirigiera Tristán e Isolda. Desde entonces, regresó con
regularidad a aquel teatro hasta 1962.
De 1960 a 1970 fue primer director de la Orquesta
Sinfónica de Viena y de 1961 a 1972 director musical de la Filarmónica de
Hamburgo, lo que no le impidió aceptar, en 1963, la plaza de asesor musical de
la Deutsche Oper de Berlín, donde dirigió varias óperas por temporada.
A principios de los años setenta, abandonó Viena y
Hamburgo por Ginebra y Múnich. Tras ser director musical de la Orquesta de la
Suiza francesa, en 1971 pasó a dirigir la Bayerische Staatsoper de Múnich y en
1982 fue nombrado director musical de la Opera del Estado de Baviera, título
que conservó hasta 1992. De 1993 a 2003 Sawallisch fue director musical de la
Orquesta de Filadelfia, una de las agrupaciones más prestigiosas de Estados
Unidos.
Tras concluir su compromiso con la orquesta americana,
el músico alemán volvió a aparecer como director invitado tanto en Filadelfia
como en el Carnegie Hall. Sin embargo, sus problemas de salud le impidieron
continuar con la dirección.
Además de todas las orquestas citadas, Sawallisch
–durante su extensa carrera- se puso al frente de algunas de las agrupaciones
más prestigiosas del mundo, como las filarmónicas de Londres y París, la de la
Scala de Milán o la Academia Nacional Santa Cecilia de Roma.
Sawallisch dirigió en primera audición obras de Yun,
Von Einem, Ferrero, Wimberger (Concierto para piano nº2, 1984), Bialas (Nueve
bagatelas, 1985), Sutermeister (El Rey Berenguer, 1985) o Killmayer
(Hönderlin-Lieder, 1986).
Piano y música de cámara
Además de su trabajo como director de orquesta,
Sawallisch destacó como músico de cámara y excelente pianista acompañante.
Actuó junto a algunos de los cantantes más importantes de lieder de su tiempo
como Elisabeth Schwarzkopf, Dietrich Fischer-Dieskau o Margaret Prey. Entre sus
registros discográficos como pianista acompañante destaca su versión de Viaje
de invierno (Winterreise) de Franz Schubert o Liederkreis de Robert Schumann,
además de otras canciones junto a Thomas
Hampson.
Discografía
Sawallisch cuenta con una extensa discografía en la
que destacan las integrales de las sinfonías de Schubert, Mendelssohn y
Schumann, además de sus grabaciones en directo desde Bayreuth de Tannhäuser y
El holandés errante. Pero sin lugar a dudas, ocupan un lugar privilegiado en su
discografía sus versiones de obras de Richard Strauss.
Para finalizar, la "verdad" sobre la Inconclusa, según el Maestro Muti.
Rogelio, tu trabajo es excelente. Con varias versiones, todas de alta calidad Y muy completa la información de compartis. Lo que mas me gusté fue el video de Muti!!! cuanta verdad!!!
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