Carola
La“Sinfonía Nº 25 en sol menor” KV 183 está fechada en Salzburg el 5 de octubre de 1773. Escrita para dos oboes, dos trompas y dos fagots, además de la cuerda, es la primera escrita en tono menor. Una obra más expresiva que las anteriores con algunos acentos de melancolía.
Durante el año 1773 Mozart completa siete nuevas sinfonías. A sus 18 años tiene en su haber 39 sinfonías, según consta en el último catálogo Köchel.
Junto con la sinfonía no. 40, son las únicas sinfonías de Mozart escritas en modo menor. Se cuenta que comenzó a escribirla junto con la no. 24, terminando ambas en tan sólo una semana. Una proeza para cualquier compositor y más si añadimos que en 1773 Mozart contaba con tan sólo 17 años
Primer movimiento
Allegro con brio
El primer movimiento se estructura en forma sonata: Exposición (A+B)-Desarrollo-Reexposición (A+B')-Coda y final. Comienza exponiendo el tema principal, un tema con mucha fuerza . Tema A: Toda la cuerda al unísono y con un ritmo particularmente sincopado que dejan el relevo a un oboe que genera la sensación de lentitud. La cuerda recobra el protagonismo en la parte B en Sib Mayor mediante un gracioso juego imitativo entre los violines I y los chelos. La parte "a" termina con una coda que rememora los temas A y B para preparar la repetición de la exposición o el inicio del desarrollo. En el desarrollo se comienzan a realizar las modulaciones en torno a los temas principales, pero aquí no prima el respeto por la fórmula rítmica elegida sino por preservar su esencia: el carácter sincopado, la acentuación de la parte débil. La obra comienza desde sus inicio con la reexposición a diferencia de que el tema B se expone en la tonalidad original. El movimiento termina recuperando el tema del inicio pero cambiando el unísono de las cuerdas por acordes completos y desgarradores.
Segundo movimiento
Andante
Este segundo movimiento en Mib Mayor empieza presentando el tema principal bello y lento caracterizado por una forma rítmica anacrúsica muy ligada en el que se establece un juego dialéctico entre las cuerdas y el fagot, este tema se contrapone a uno segundo más rápido y picado protagonizado por los violines I. Cuando termina esta exposición se produce un desarrollo del tema principal de la obra prestando mucha atención a mantener el juego anterior entre cuerda y fagot sumando en algunas zonas, para dar mayor intensidad, al resto de los vientos. Terminará con la exposición del tema inicial. Aunque no se interprete de esta forma, en la partitura viene indicado que la exposición debe tocarse dos veces, y que tanto el desarrollo como la reexposición final conforman un bloque que también se ha de repetir.
Tercer movimiento
Menuetto
Este movimiento en forma ternaria tiene una estructura A-B-A simétrica siendo A, el menuetto propiamente dicho en sol menor y B, el trio en Sol Mayor. En la parte A (menuetto) nos encontramos la presentación del tema y su repetición hecha por las cuerdas utilizando los vientos para completar armonía y dar énfasis en los acordes fuertes. Luego escuchamos una sección, que también se repite, donde se produce un micro desarrollo del tema añadiendo nuevas partes sin modulación pero siempre volviendo al tema original. Destacamos los cambios bruscos en intensidad que son muy característicos de esta sinfonía. (El contÍnuo choque de opuestos). La parte B, trio, debe ser contrastante con el menuetto sin perder la forma ternaria. Para ello, Mozart silencia a las cuerdas y entrega todo el trío a los vientos. Éste sigue la misma estructura interna que el menuetto, una exposición del tema que se repite y un pequeño desarrollo sin modulación que se repite. Terminamos de nuevo con la parte A pero esta vez sin ejecutar las repeticiones.
Cuarto movimiento
Allegro
Mozart recupera la forma sonata para su último movimiento que recuerda mucho al primero. De nuevo, los violines presentan el tema A , en sol menor, de la exposición, al unísono para luego seguir desarrollándolo hasta llegar al tema B en Sib Mayor y que se caracteriza por un ritmo más melódico y no tan stacatto como el anterior. En ambos temas se hace reminiscencia al esquema rítmico sincopado del primer movimiento. Para el desarrollo se comienza con una sucesión modular descendente por parte de toda la orquesta para dar entrada a una secuencia muy enérgica en el que los violines I mantienen un ostinato agudo dejando que la melodía corra a cargo del resto de las cuerdas. Una vez terminada esta sección comienza la reexposición volviendo a presentar los temas A y B pero este último ya en sol menor hasta llegar a la coda final.
Allegro con brio
El primer movimiento se estructura en forma sonata: Exposición (A+B)-Desarrollo-Reexposición (A+B')-Coda y final. Comienza exponiendo el tema principal, un tema con mucha fuerza . Tema A: Toda la cuerda al unísono y con un ritmo particularmente sincopado que dejan el relevo a un oboe que genera la sensación de lentitud. La cuerda recobra el protagonismo en la parte B en Sib Mayor mediante un gracioso juego imitativo entre los violines I y los chelos. La parte "a" termina con una coda que rememora los temas A y B para preparar la repetición de la exposición o el inicio del desarrollo. En el desarrollo se comienzan a realizar las modulaciones en torno a los temas principales, pero aquí no prima el respeto por la fórmula rítmica elegida sino por preservar su esencia: el carácter sincopado, la acentuación de la parte débil. La obra comienza desde sus inicio con la reexposición a diferencia de que el tema B se expone en la tonalidad original. El movimiento termina recuperando el tema del inicio pero cambiando el unísono de las cuerdas por acordes completos y desgarradores.
Segundo movimiento
Andante
Este segundo movimiento en Mib Mayor empieza presentando el tema principal bello y lento caracterizado por una forma rítmica anacrúsica muy ligada en el que se establece un juego dialéctico entre las cuerdas y el fagot, este tema se contrapone a uno segundo más rápido y picado protagonizado por los violines I. Cuando termina esta exposición se produce un desarrollo del tema principal de la obra prestando mucha atención a mantener el juego anterior entre cuerda y fagot sumando en algunas zonas, para dar mayor intensidad, al resto de los vientos. Terminará con la exposición del tema inicial. Aunque no se interprete de esta forma, en la partitura viene indicado que la exposición debe tocarse dos veces, y que tanto el desarrollo como la reexposición final conforman un bloque que también se ha de repetir.
Tercer movimiento
Menuetto
Este movimiento en forma ternaria tiene una estructura A-B-A simétrica siendo A, el menuetto propiamente dicho en sol menor y B, el trio en Sol Mayor. En la parte A (menuetto) nos encontramos la presentación del tema y su repetición hecha por las cuerdas utilizando los vientos para completar armonía y dar énfasis en los acordes fuertes. Luego escuchamos una sección, que también se repite, donde se produce un micro desarrollo del tema añadiendo nuevas partes sin modulación pero siempre volviendo al tema original. Destacamos los cambios bruscos en intensidad que son muy característicos de esta sinfonía. (El contÍnuo choque de opuestos). La parte B, trio, debe ser contrastante con el menuetto sin perder la forma ternaria. Para ello, Mozart silencia a las cuerdas y entrega todo el trío a los vientos. Éste sigue la misma estructura interna que el menuetto, una exposición del tema que se repite y un pequeño desarrollo sin modulación que se repite. Terminamos de nuevo con la parte A pero esta vez sin ejecutar las repeticiones.
Cuarto movimiento
Allegro
Mozart recupera la forma sonata para su último movimiento que recuerda mucho al primero. De nuevo, los violines presentan el tema A , en sol menor, de la exposición, al unísono para luego seguir desarrollándolo hasta llegar al tema B en Sib Mayor y que se caracteriza por un ritmo más melódico y no tan stacatto como el anterior. En ambos temas se hace reminiscencia al esquema rítmico sincopado del primer movimiento. Para el desarrollo se comienza con una sucesión modular descendente por parte de toda la orquesta para dar entrada a una secuencia muy enérgica en el que los violines I mantienen un ostinato agudo dejando que la melodía corra a cargo del resto de las cuerdas. Una vez terminada esta sección comienza la reexposición volviendo a presentar los temas A y B pero este último ya en sol menor hasta llegar a la coda final.
Las descripciones de los movimientos las saqué del blog que menciona Mariela, Tono menor, cuyo link figura en los comentarios. Hice algunos retoques para unificar la terminología y omití algunas partes.
Adjunto esta versión con un orgánico alternativo
Para acompañar con la parte (Iván)
Análisis del inicio de la sinfonía (Iván)
Esta tempestuosa sinfonía juvenil incorpora ya desde el primer tema acordes de intensa carga expresiva que suelen reservarse para los puntos álgidos. La melodía del oboe (que incluye un salto descendente de séptima disminuida) es sostenida mediante un pedal de tónica que resuelve en una semicadencia a través de un acorde de sexta aumentada (sustituto de tritono).
El pedal de tónica recorre las funciones I-IV-VII-I. El acorde de sexta aumentada tiene función de VII/V y es del subtipo conocido como «sexta alemana».
Un interesante comentario de un español,
Mozart tenía 17 años cuando escribió esta sinfonía. Además, en sólo dos días. Aunque no sabemos si fue un farol que se quiso tirar el chaval. Parece ser que terminó la sinfonía 24 el 3 de Octubre del 73, y la 25 el 5 de Octubre. Pero ya os digo, bien pudo tener las dos escritas y soltarlas así para quedarse con el personal (yo lo hubiera hecho). De todas maneras no hay que sentirse mal por ello (por lo de que tuviera 17 años cuando escribió la sinfonía); primero, porque en aquélla época se maduraba antes que ahora -de hecho, Wolfgang tenía un puesto de trabajo fijo desde los 14 años- y segundo, porque Mozart era un genio. Sin embargo, hay gente que opina que la sinfonía aún no puede considerarse “genial” y que la primera obra genial de Mozart es un concierto para piano y orquesta, que escribió con 21 años, aunque si se demuestra que efectivamente escribió los cuatro movimientos en dos días, habría que replanteárselo.
Total, que esta sinfonía es muy bonita. O al menos así me lo parece a mí. Y tiene algunas cosas que la hacen especial. Por ejemplo, la tonalidad. Está en Sol m. Mozart sólo escribió dos sinfonías en esta tonalidad. La 25 y la 40 (la archiconocida Mib Re Re, Mib Re Re, Mib Re Re Sib). De hecho, si le preguntáis a alguien por la sinfonía en Sol m de Mozart, sin duda os remitirá a la 40. Pero nos estamos alejando del tema. Esto de utilizar tonalidades menores, era una clara influencia del “Sturm und Drang” algo así como "Tormenta e impulso", si quisiéramos hacer una traducción al español. Era una corriente que estaba empezando a tomar fuerza por Europa, y que trataba de primar las sensaciones primarias por encima de la lógica cerebral, típica del barroco. Es decir, hablar de sentimientos. Todo esto desembocará en el romanticismo, donde las turbulencias ya alcanzan dimensiones cósmicas, y nos podremos encontrar a un Mahler que nos mete de golpe una banda militar porque su niñera estaba liada con un militar y se lo llevaba al cuartel cuando era pequeño (y por más cosas, claro).
El caso es que Mozart había tomado contacto con esta corriente en los numerosos viajes que hizo por Europa, primero presentado como niño prodigio por su padre y posteriormente en solitario, para presentar su música o para tocar en alguna corte. Como bien sabréis, por esta época fue cuando sin saber muy bien cómo, Mozart pasó a estar al servicio del Arzobispo Colloredo, (bueno, él sí sabía como, pero no tengo ganas de contarlo aquí, primero porque el que no lo sabe soy yo, aunque me imagino que Colloredo pasaría a sustituir al arzobispo que hubiera antes, y segundo porque no tiene nada que ver con música) que dejó de ver con buenos ojos que el chaval se fuera tanto de viaje por ahí, y entonces empezaron los problemas, que si yo quiero ser más independiente, que si tu te quedas en Salzburgo, que si ahora me voy porque no necesito de tu mísero sueldo, que si vale vete, pero que sepas que te vas a morir de hambre, que si muy bien pues ahora me voy…
Al final se murió de hambre, pero estuvo bien lo que hizo, porque sirvió para liberar al músico. (Beethoven no hubiera existido si Mozart se hubiera quedado en Salzburgo), y también sirvió para liberarse él, para conocer mejor lo que se hacía fuera de Salzburgo, para convertirse en un genio de verdad, para enamorarse... el efecto mariposa, vaya.
La forma de la sinfonía es aún plenamente clásica. Un primer movimiento en forma sonata, un andante, un minueto y un allegro. Hablaría aquí de forma, que si el tema A está en Sol m, el tema B en Sib M, el desarrollo, la reexposición, pero creo que aburriría un poco. Sobre todo a los que sin ser músicos se acerquen aquí.
En fin, que eso es lo que hay. Antes he dicho que se murió de hambre. En realidad era una forma de hablar. No se sabe de qué murió en verdad. Incluso he leído que recientes investigaciones musicológicas dicen que estaba bien situado económicamente y que lo de que murió en la miseria es más leyenda forjada a partir de un mito que realidad. Otros dicen que se comió un filete en mal estado, y otros que se murió de alguna enfermedad tipo sífilis, derivada sin duda de su gusto por la variedad en cuanto a mujeres se refiere.
Yo no lo sé. Como comprenderéis no estaba allí.
(Iván)
Sí, cada uno aporta algo, entendiste bien! Yo quiero agregar pero no me permite tener acceso para agregar, solo para visualizar...
ResponderBorrarPor ejemplo encontre este Blogg llamado Tono Menor donde tambièn describe y ejemplifica cada movimiento :
ResponderBorrarhttp://tono-menor.blogspot.com/2011/09/grandes-obras-sinfonia-n-25-en-sol.html
sin embargo, solo querìa editar aquí algo del blogg pero no me da acceso.